Network es una de las muchas bandas perdidas en la cagada que es Barranco.
Son muy malos. Hasta su nombre es malo. En realidad, el único elemento rescatable del conjunto es su primera guitarra, un tipo de lentes y pelo corto llamado Francisco Alvarado. Y eso es solo porque lo conozco desde antes y sé que puede tocar. El vocalista me da risa:
-Esta canción es sobre cuando tratas de cortarle a tu flaca y terminas metiéndole el dedo en el cuarto de sus viejos- dice y después la música comienza. La verdad es que la canción podría ser de cualquier cosa porque lo único que escucho son alaridos, alguien dándole golpes al bajo y a la guitarra y el interminable, e imposiblemente rápido, bum bum bum de la batería.
Cuando el concierto termina, después de ocho canciones igualitas, me encuentro con Alvarado afuera del bar. Mis oídos zumban. El infierno podría ser un poquito así: una eternidad de música espantosa dentro del local más chiquito del universo.
Alvarado ve mi cara y se ríe:
-Una mierda, ¿no?
-Normal.
-¿Normal? Una mierda, huevón.
Hace una semana descubrí a Francisco Alvarado haciendo taxi por el Ovalo Gutiérrez de Miraflores. Acababa de pelearme con mi enamorada y quería largarme a mi casa y dormir lo más pronto posible. Subí al carro sin discutir ni el precio ni el destino y entonces:
-¡Jorge! La concha de tu madre, ¿qué tal? A los años.
La última vez que lo había visto estaba estudiando Artes Plásticas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, tocando en una banda de reggae con mi primo, quien fue el que me lo presentó. Aunque me lleva un par de años no se le nota muy mayor y por eso le gusta dejarse la barba lo más grande posible (que no es tan grande tampoco). Ahora está afeitado. Su pelo también está más corto. Porque:
-Tengo que verme presentable, pues. No puedo estar con ese pelo. Menos con la barba. Nadie se subiría al taxi, huevón.
No me cobró mucho por la carrera. Al principio no supe que decirle. Fue bastante incómodo. Decidí escribir sobre él no mucho después de eso. Alvarado parece uno de los muchos peruanos que crecen viendo películas y leyendo libros y escuchando historias que los convencen de que todo es posible, que todos los sueños se cumplen y que todo va a salir bien. Había dejado la universidad, me conto, para dedicarse cien por ciento a la música. Ahora manejaba un taxi.
Llamé a mi primo y él me consiguió su número. También le pregunte si sabía lo que hacía Alvarado para ganarse la vida. Me contesto que sí, sí sabía y que:
-Lo que paso fue que se quitó de la uni sin contarle a sus viejos. Empezó a usar la plata en huevadas y cuando se enteraron pararon de darle dinero, casi lo sacan a patadas de la casa. Es un imbécil. Esta en una banda que ni le gusta.
Cuando llamé a Alvarado, me dijo que no le importaba si escribía sobre él o no. Le dio risa. Nadie va a leer tu blog igual, me dijo. Pon lo que te de la gana. Le pregunté si podía ir a uno de sus conciertos y, tal vez, entrevistarlo después. Me dijo que iban a tocar en un local llamado Hooka Lounge, la próxima semana. Lo haríamos entonces. Ahora estamos caminando por Barranco.
Me dice:
-Son todos unos cagones. El huevón de Diego no puede cantar, solo grita. Los otros tocan la misma nota mil veces y juran que suena bien.
-Pero si no te gusta lo que tocan, ¿por qué tocas ahí?
-Porque no tengo nada más que hacer, pues. No puedo pasarme la vida tocando guitarra solo en mi cuarto. Tengo que hacer algo, ¿no?
Alvarado me lista los géneros de música que más odia: rap, todas esas mierdas tipo Britney Spears, nü metal y, más que nada, el punk, que es la música que Network toca. No sé si lo dice para hacerse el especial o lo que sea pero su odio parece genuino. ¿Y qué tipo de música le gusta, entonces? Me cuenta que a veces pone su disco favorito cuando está haciendo taxi: White Light/White Heat. Los pasajeros ponen unas caras, me dice. Me piden que por favor cambie la música.
-Es que me gustan huevadas raras. The Velvet Underground antes de que se quitara John Cale. También una banda japonesa… Les Rallizes Dénudés. Noise rock. O si no blues tradicional, de los veinte o los treinta. Robert Johnson y Charley Patton.
-¿Reggae?
-El reggae ya fue. Muy aburrido. Son todos negros con tambores.
Nos vamos a un bar de ambiente tropical. Hace bastante ruido, está lleno de gente y hay, parada en la esquina, vestida en un bikini de cocos, una estatua hecha de madera de una chica hawaiana. Los tragos tienen todos nombres como “Arde Papi” y “Aliento Del Diablo.” Alvarado me cuenta que este bar era el mejor hasta que la gente se enteró de él. Ahora siempre está repleto. Nos sentamos en una esquina. Alvarado nos pide dos “Ayahuasca Sour.” Son horribles.
Comienzo con las preguntas. Primero que nada: ¿cómo mierda terminó haciendo taxi?
-No sé. Lo hice medio de broma una vez, solo porque me faltaba para irme al sur por el fin de semana. Me había encontrado uno de esos stickers de taxi en la casa de un pata, que siempre roba cosas. Le dije que me lo diera. Y como mis viejos no me quieren dar más dinero para mis cosas, lo seguí haciendo. Pero es temporal.
-¿Cuándo vas a dejar de hacerlo?
-No sé. Pero es temporal. Ya estamos ganando un poquito de plata con la banda de mierda esta… Además que estoy tratando de formar una mejor.
Parece muy seguro de sí mismo pero se me hace bastante difícil imaginar un futuro en el que termine ganando plata por su música. Le pregunto si alguna vez consideró dar clases. A chibolos o algo. Le cuento que una vez tuve un profesor de guitarra que ganaba bien y que además tocaba heavy metal con su grupo en las kermeses de colegios.
-Una tía mía me puso a enseñarle a un amigo de mi primito. No podía, huevón. Me traía todos los días para que le enseñe Blink 182 y Nickelback. Y era más inútil, el chiquito. Me rendí después de un rato. Pero eso fue hace tiempo.
-¿Y la universidad?
-Ya fue esa mierda. ¿Para qué voy a estudiar yo, huevón? Igual me iba pésimo.
-¿Cuánto ganas haciendo taxi? Como que, en una noche o desde la mañana hasta la tarde, ¿cuánto dinero sacas?
Alvarado hace una mueca. Se ríe. Se termina su “Ayahuasca Sour” y me mira.
Contesta:
-Eso no se pregunta, hermano.
Más tarde ya estamos borrachos y he parado de tomar notas. Alvarado se acerca a la caja, pregunta si le puede pedir una canción al DJ. Le dicen que por supuesto, que cuál canción. Alvarado pronuncia algo que ni el DJ ni yo entendemos. Lo dice otra vez. El DJ solo mueve la cabeza. Alvarado se aleja de la caja y me mira, sonriendo.
-Así es, pues. Yo siempre en el avant-garde. Por eso me tengo que largar de este país de mierda. En el extranjero sí escuchan buena música.
-¿Cómo qué?
-No sé. No esto.
Están tocando TNT de AC/DC. A mí me encanta AC/DC. Pasa media hora y nos vamos. Alvarado se tiene que levantar temprano mañana.
jueves, 16 de abril de 2009
Taxista/Guitarrista
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
oi gstei de seu blog bjs
ResponderEliminarmuito obrigado!! estamos felizes saber que tem pessoas no brasil que lê nosso blog!! beijos!! :)
ResponderEliminar