Polvos azules. La creatividad hecha centro comercial

Parte II: El pasaje 18.

Cuando voy a Polvos voy exclusivamente a comprar películas. Recorro el camino al pasaje 18 de manera automática tratando de recordar más películas para comprar. Hoy quiero recordar el momento en que fui ahí por primera vez. Momento solo comparable a mi llegada al Nacional en la que en una cuestión de segundos vi a una multitud enardecida gritando ¡Perú, Perú, Perú!

Estaba ansioso por conocer ese oasis de la cultura. Ese oasis que nos hace la capital del cine latinoamericano. Un pata me guiaba, se confundía y preguntábamos a una vendedora de ropa. Mis ojos lo buscaban incesantemente hasta que encontraban un común cartel que decía Pasaje 18. Entramos y el mar de películas aparecía. Casi todos los puestos estaban con muchos clientes pidiendo películas que en muchos casos no conocía. Dos puestos estaban un poco más vacios. Uno de ellos decía NO SE ACEPTAN SAPOS. Como no tenía una lista en la mano me dio miedo porque el vendedor parecía un jugador de rugby ex presidiario. El otro puesto era más amable y afiches de cineclubes lo rodeaban. Abro uno de sus folders y elijo una de cada dos películas que veo. Ya voy 20 y si cada una cuesta 3.50 veo que solo la parte de cine latinoamericano me ha salido 70 soles. Aun me quedan 30 soles y busco el folder de cine independiente. Godard Truffaut y Fellini tendrán que esperar. Lo bueno es que cuando vuelva estarán ahí y solo me costara 3.50 cada película. Calidad, cultura y un precio accesible para todos los peruanos.

No sé si será cierto que polvos tiene fama internacional. Ni que todos los cineastas de América lo conozcan y añoren venir al Perú. Pero prefiero creerlo y sentirme orgulloso de la piratería. Y que en eso si seamos campeones mundiales.

Cuando voy a Polvos voy exclusivamente a comprar películas. Recorro el camino al pasaje 18 de manera automática tratando de recordar más películas para comprar. Creo que la próxima vez que lo haga veré más a mi alrededor para descubrir puestos, que quién sabe, tal vez sean aún más creativos, educativos y principalmente accesibles para el peruano de a pie.